Capítulo 3

A las puertas principales de un instituto

Las Petardas están nerviosas pero ansiosas a la vez, todas han ido muy guapas. También les han comentado que va a llegar un chico nuevo a la clase, y que procede de Zaragoza.

-¿Chicas, preparadas para el último curso?- Pregunta Lidia, que está demasiado asustada como para darse cuenta de que se ha olvidado la chaqueta en el bus.

-¡Si!- Contestan con decisión el grupo.

Las chicas comienza a andar, como siempre con la pierna derecha y todas a la vez, van coordinadas y riéndose  por  el fallo que ha tenido Lidia de dejarse en el bus la chaqueta en pleno Septiembre.

Un grupo de chicos de un curso más pequeño las miran.

-Petardas, este es el último curso y como sabéis nuestra norma es...- Isabel no termina, porque no le dejan acabar la regla.

- Nunca se sale con alguien más pequeño-Dicen de carrerilla estas.

Por el camino todo el mundo se gira para verlas pasar, se asombran, es normal porque estas chicas son muy guapas. Antes de que se den cuenta ya han llegado a la puerta del último curso. Hay un cartelito en el que pone: 4ºEso. Las Petardas se paran en la puerta un momento.

-Me da miedo- Señala Lucía.

-Pero si tu eres la más estudiosa de clase- Apunta Marta, que también esta demasiado nerviosa.

-Pero en 4º cae todo el mundo- Protesta la más aplicada.

-Lo mismo decían en 3º, Lucía.- Ahora la que habla es Isabel, que es la que menos asustada está.

Claudia es la que se decide por abrir la puerta, pero ...

-¿A que esperas Clau?-Dice Marta

-¡¡No se puede abrir!!-Contesta Claudia, que no pone muy buena cara.

-Déjame ami- Dice Isabel, con chulería.

-¡¡¡Que no se puede!!!-Repite Claudia, intentando hacer el último esfuerzo.

-Es verdad, no se pude-Dice Isa, que ha conseguido lo mismo que Claudia y con decepción le da la razón.

Entonces es cuando una por una van intentando abrir la puerta. 

-Yo pienso que es una broma que nos están gastando-Piensa Marta

-¿Y los profes también?-Buscando inconvenientes, para que se den cuenta de que no es una broma, protesta Lucía.

Entonces es cuando se cansan de hacer intentos y buscan una repuesta para comprender lo que está sucediendo. Aburridas de discutir 30 minutos, deciden ir a hablar con el conserje, Pedro, que es un hombre demasiado tranquilo y sin preocupaciones.

-¿Pedro que esta pasando?-Dice enfadada Claudia.

-¿De que?- Contesta Pedro sin ganas de hablar.

-La puerta de clase esta cerrada- Le responde Lucía, de malas maneras. Esta tiene sus razones por que el año pasado se porto muy mal con ella.

Hace unos años en el instituto

Lucía acaba de terminar de llorar. Le ha llegado la regla y se acaba de manchar todo el pantalón.

Han llamado al conserje para que limpiase el suelo, pero estaba durmiendo en el cuarto de la limpieza.

Lucía y Marta le ha ido a buscar por todo el instituto, pero no lo encuentran. Al final lo han visto en el recreo en la zona más alejada que hay. Estas se acercaron hasta ahí.

-Por favor déjame llamar a casa-Dijo casi llorando Lucía

-Te buscas la vida-Pedro las despacha haciendoles una mueca.

-Gracias-Contesto Lucía, ya llorando apoyada en el hombro de su amiga e yéndose de ese hombre tan desagradable.

Al final pudo llamar con el móvil de una chica muy rebelde, pero que generosamente le dejó el móvil, porque le dio mucha pena.

Una mañana en el instituto 

-¿De que curso sois?- Preguntó el conserje como si le tuviesen que arrancar las palabras.

-De 4º- Respondio Lidia.

-Es que los de 4º, empezáis mañana- Dijo el conserje riéndose de ellas.

-¡¡¡Me caguen....!!!-Grito muy enfadada Claudia, que ella cambia dormir por cualquier cosa igual que Marta.

-Adiós Petardis- Dijo Pedro riéndose de ellas y pronunciando mal su nombre de grupo.

-¡¡ES PETARDAS!!-Le corrigió Isabel demasiado cabreada

Después de un buen rato de estar discutiendo con el conserje se fueron a un pequeño bar, que se situaba en la esquina de la calle del instituto. Que ya conocían porque habían estado varias veces.

Ahí volvieron a discutir sobre lo despistadas que eran, pero que se extrañaban porque por ellas no irían nunca al instituto.

En seguida les atendió un camarero joven  al que conocían y le preguntaron sobre la fecha de comienzo de las clases. Este dijo que eran hoy, pero las Petardas lo corrigieron. Era una situación muy asombrosa y una casualidad que en el papel de las 5 chicas apareciese que hoy era el comienzo de las clases.